jueves, 16 de octubre de 2008

EN CADA ESQUINA: CHINOY


En pleno siglo xxi, a pesar de estar situados en la aldea global, donde toda la información que podamos necesitar corra a la velocidad de los GB que estén a nuestra disposición, tenemos la fortuna de aun poder entender en una melodía simple -a pesar de todas las condiciones adversas que nos impone el capital y el neoliberalismo- que hay sangre en nuestras venas y escalofríos que recorren nuestra espalda al sentir una nota que se escapa de una guitarra destemplada al borde del corte de cuerdas.
Mucho se ha dicho ya del joven y talentoso Mauricio Castillo, más conocido como Chinoy, aunque a mi parecer nada le hace más juicio a este cantautor que sus propias canciones que por lo bajo ya suman un centenar. Chinoy nació en San Antonio, y hoy por hoy se le puede encontrar por las calles de Valparaíso, con su guitarra al hombro y su característica timidez, su música ya no es un secreto a voces como fue hace un año, su amistad con Manuel García y las colaboraciones lo ha presentado frente a un público sediento de sangre nueva y ansioso por escuchar a quien pueda alcanzarle el tono a Manuel. La voz de Chinoy es una de las voces más controvertidas de la música chilena (por ponerle límites a la controversia), en un comienzo es difícil distinguir si es un hombre o una mujer quien canta por lo alto del tono, y este es un factor decisivo para el gusto de quien lo escucha.

Los temas que circulan en Internet son alrededor de 20; tildados de trova punk y un montón de adjetivos compuestos y palabras separadas por un guión, epítetos carentes de fundamentos y peor aun: carentes de comprensión.

Chinoy está siendo reconocido de manera muy veloz en el ámbito del rock chileno, es parte de la banda sonora de “La Buena Vida” la nueva película de Andrés Wood estrenada el 14 de Agosto, la canción “Para el final” cierra la película y el video de Chinoy trae fragmentos de esta.

Aun no existe un disco editado así como acostumbramos a escuchar, revolotea en la web un compendio de 11 temas cobijados bajo el nombre "En cada esquina", este disco es la sinopsis perfecta para enterarnos de quién es Chinoy, ya que las 11 canciones que componen este disco gran parte de las temáticas tocadas en los temas que no están incluidos (sólo porque no existen discos de 100 temas).

"En cada esquina" es una recopilación de tocatas y recitales, podemos encontrar aquí la versión más real y sin maquillaje de estas canciones, pero que a la vez contiene una mezcla de tonos de lo más sofisticadas; el rasgueo de Chinoy transmite una fuerza que aun no puedo comparar con alguien, tal fuerza que hace que entre estrofa y estrofa este cantautor apriete los dientes tomando el impulso necesario para poder continuar.

El pasado 4 de octubre tuve el placer de verlo en vivo, en la conmemoración de los 100 años del Presidente Salvador Allende, compartiendo escenario con Manuel García, Los tres y Denisse Malebrán. Un espectáculo que le hace juicio a la palabra espectáculo, él solo con su guitarra y su controvertida voz maravillaron al público que le regaló un silencio de iglesia mientras lo escuchaba cantar, cada canción hacía vibrar sensaciones que se reflejaban en los aplausos desencadenados entre tema y tema.

Todos los temas de Chinoy tienen algún elemento digno de aplaudir, temáticas desde amor desgarrado a dedicatorias a su población, pero guiada por mi humilde oído de amante de las guitarras de palo y los cantautores les puedo recomendar canciones como "De barro", "A una razón", "Cantar" y "Carne de gallina", canciones que como dice una de ellas, literalmente ponen la piel de gallina con una lírica escurridiza y un pulso que es como el que se tiene cuando se le da un primer beso a alguien, mezcla rara de adrenalina: alegría-susto-angustia-felicidad.



Pía Figueroa Valdés